Una ley antihumos
Álvaro García Castillo
Cartas al Director
El País, 13 de febrero de 2010
Desde el 2 de enero nuestros pulmones respiran aire más limpio cuando tomamos algo en el bar, en cambio los fumadores madrileños en vez de reducir su consumo de aire viciado, lo aumentaron, porque cuando salen a la calle a fumar aspiran el doble de aire envenenado, el de sus cigarros y el de sus tubos de escape. ¿No debería hacer la sociedad una reflexión sobre el uso actual del coche? ¿No deberíamos prohibir los coches en la calle para mejorar nuestra salud?